Nuestra asesora médica Clara Serés nos cuenta las principales causas de la alopecia femenina y los posibles tratamientos para combatirla. En nuestra próxima entrada compartiremos un caso de éxito.
La alopecia femenina
Para entender la alopecia femenina hay que tener en cuenta el proceso fisiológico de crecimiento del cabello sin olvidar aspectos genéticos, hormonales, metabólicos, carencias de vitaminas, minerales y/o de oligoelementos, la influencia del estrés crónico y/o agudo, además de estados anémicos de tipo ferropénico.
El recambio de los distintos folículos capilares de cada raíz capilar a lo largo de la vida y el sistema de renovación capilar con sus 3 etapas también implica caídas estacionales del pelo (efluvio telógeno). Son inofensivas en general, responden al proceso normal evolutivo del crecimiento del pelo y son totalmente reversibles.
Las formas más frecuentes de alopecia en la mujer son el efluvio telógeno y la alopecia androgénica. El diagnóstico adecuado del tipo de alopecia que presenta la paciente determina el tratamiento y el pronóstico.
- En el caso del efluvio telógeno, las pacientes perciben un aumento de la caída del cabello tras lavarse el pelo, en la almohada, etc.Se trata de un proceso reversible que puede estar originado por diferentes causas como el embarazo, el estrés, dietas, etc.
- En el caso de la alopecia androgénica es necesario realizar un tratamiento activo para frenar la caída de pelo, ya que si no va perdiéndose progresivamente densidad a nivel del cuero cabelludo.
Tratamientos farmacológicos
El manejo de la alopecia androgénica (también llamada androgenética, por su componente genético) es principalmente farmacológico.
Diferenciamos un tratamiento tópico (minoxidil al 2% o al 5%) y un tratamiento sistémico (fármacos antiandrógenos: finasterida y dutasterida).
- El tratamiento tópico se utiliza tanto en varones como en mujeres.
- El sistémico, con finasterida y dutasterida (mayor acción), se utiliza en mayor medida en varones, aunque hay estudios que demuestran su eficacia en la mujer postmenopáusica. Son tratamientos de larga duración aunque no tienen que ser de por vida.
Los fármacos antiandrógenos también pueden ser utilizados localmente, mediante la infiltración en el cuero cabelludo tras aplicar anestesia local. Este procedimiento puede utilizarse cada 4-6 meses como complemento o incluso como tratamiento aislado en algunos pacientes.
En mujeres el tratamiento se basa en minoxidil y otro perfil de antiandrógenos, como la flutamida a dosis bajas.
Es fundamental identificar si existe alguna alteración hormonal subyacente como el síndrome de ovario poliquístico, y en casos como ese, apoyándose en un estudio endocrinológico, valorar la utilización de anticonceptivos hormonales.
Tratamientos no farmacológicos
Como tratamiento no farmacológico, tenemos varias opciones:
- La bioestimulación del plasma rico en plaquetas (PRP) con factores de crecimiento. Consiste en extraer sangre del propio paciente y aislar la porción de plasma rica en plaquetas con factores de crecimiento que se infiltra en las zonas del cuero cabelludo a tratar.
- Estimula el crecimiento folicular.
- Aumenta el diámetro del cabello.
- Suelen realizarse 3-4 sesiones al año.
- Habitualmente se utiliza como complemento al tratamiento médico con minoxidil o antiandrógenos.
- Los tratamientos a partir de formulaciones estériles de producción farmacéutica con sustancias específicas. Los Mesoceuticals® constituyen una alternativa y/o complemento a las terapias anteriormente descritas. Tanto las farmacológicas como las no farmacológicas.
- Elevadas concentraciones de principios activos inhiben, entre otras acciones, la acción de la 5 alfa reductasa (enzima que permite el paso de testosterona a DiHidroTestosterona -DHT-).
- Cócteles que unen sustancias con acción sinérgica.
- Otras formulaciones que incluyen péptidos de nueva generación en mayor porcentaje y que permiten una acción de mensajería intra e intercelular que regula y modula los procesos mermados del crecimiento del pelo.
El tratamiento de la alopecia femenina con Mesoceuticals®
Un aspecto a tener en cuenta en la aplicación local de los Mesoceuticals® en pacientes femeninas es la localización de las áreas de tratamiento.
En la mujer, la zona más habitual que se encuentra despoblada de pelo es la el área central de la raya que se va ampliando, empezando la calvicie justo tras la zona frontal.
En el hombre, en cambio, las zonas comúnmente más afectadas, son las “entradas”, y la zona de la coronilla
Así, los Mesoceuticals® se aplicarán de forma adecuada y en el lugar apropiado según el caso; siguiendo los patrones de cada género, masculino o femenino.
Si tomamos como ejemplo una paciente con incipiente alopecia androgénica de 4 años de evolución, que acusa zonas con poca densidad de pelo en áreas típicamente características como lo arriba descrito, lo primero es hacer un adecuado diagnóstico. Un dermatólogo y, si es posible, tricólogo, indicará a la paciente las pruebas necesarias para confirmar o identificar el tipo de alopecia, descartando carencias que pudieran causar o agravar la caída del pelo de la paciente.
Además de una analítica y correcta anamnesis, si el especialista lo considera adecuado, hará más pruebas que permitan visualizar la miniaturización del pelo por el efecto del desajuste hormonal andrógeno que afecta al folículo piloso.
Si el caso se considera con la gravedad o evolución para indicar una terapia farmacológica oral, ésta también puede combinarse y completar mediante el uso de Mesoceuticals®. Su aplicación se pautará en varias sesiones que pueden ir de 5 a 10 y que, con el tiempo, se pueden repetir en momentos clave (antes de las épocas estacionales en las que el pelo pasa por un recambio que se manifiesta con mayor caída).
En determinados casos en los que por herencia genética se quiera hacer terapia preventiva, esta opción es una excelente elección. Además, de los propios Mesoceuticals® específicos para la alopecia, existen otros que se pueden ir combinando para mantener un adecuado estado del cuero cabelludo y optimizar aspectos de riego sanguíneo y aporte nutricional óptimo para los folículos.